Ermita de San Bartolomé y gran cueva |
El P. N. del
Cañón del Río Lobos constituye un singular espacio biogeográfico estructurado
sobre un profundo cañón de escarpados farallones. En su interior, además de extensos bosques de sabina y pino laricio, se dan
cita una gran variedad de especies animales ( Buitres, águilas reales, etc)
FICHA
DE LA RUTA
|
|||
Realizada:
|
5/08/14
|
Distancia:
|
19,6 km ( ida y vuelta)
|
Duración:
|
7 h ida y vuelta
|
Desnivel:
|
135 m
|
Dificultad:
|
media
|
Localidad inicio:
|
Ucero (Soria)
|
Trazado:
|
PRSOBU - 65
Sendero lineal.
|
Localidad fin:
|
Ucero (Soria)
|
Cómo
Llegar: Para llegar al punto de inicio seguimos la carretera
SO-920 que parte desde la población del Burgo de Osma. Seguimos la carretera
hasta llegar a la población de Ucero. Las cruzamos y seguimos por la carretera,
pasamos un centro de información del parque
natural, seguimos por la carretera y en
una curva a derecha parte una pista por
la izquierda, que nos lleva hasta el cañón.
Seguimos
la pista hasta que esta cortada al tráfico y dejamos el coche en el parking. Aquí comenzamos nuestra ruta ( nº 1
mapa) que continuará
hasta el puente de los siete hojos.
Comenzamos nuestra ruta por una senda que va bordeando el río.
Estamos muy cerca de la ermita de San Bartolomé (nº 2) y a un kilómetro y medio llegamos a la ermita. y a la gran cueva
Todos los excepcionales valores naturales y geológicos
de la zona se ven incrementados por el contenido mágico y místico que
proporciona al entorno la citada ermita, uno de los enclaves más importantes de
la orden de los caballeros templarios.
En el cañon se
dan cita una gran variedad de animales, donde destacamos los buitres leonados,
las águilas reales, los alimoches y
halcones.
Entre los mamíferos abundan los corzos, jabalíes, ardillas, nutrias, tejones
Nosotros tras recorrer la zona continuamos por
la senda que va bordeando el río en busca del puente de los siete ojos.
Unos
kilómetros más arribas llegamos a las colmenas de los frailes.
Un trecho
más arriba llegamos a la cueva negra.
A lo largo del camino,
cruzaremos el río en unas cuantas ocasiones, pero esta bien acondicionado con
grandes rocas para facilitarnos la tarea.
En sus transparentes y puras aguas abundan las
grandes hojas flotantes de los nenúfares.
Un trecho
más arriba llegamos a la cueva negra.
Hay que
vadear el río en un par de ocasiones y salvar una pequeña dificultad
topográfica, utilizando para ello una rústica escalera de madera.
En algunas
zonas, el río desaparece tragado por profundos sumideros, apareciendo de nuevo
a los pocos kilómetros. Parece como si estuviese jugando al escondite con el
caminante.
La senda
discurre después entre añosos ejemplares de sabina albar. Los bosques sorianos
de este árbol de hoja perenne y escamosa están entre los mejor conservados del
planeta.
Esta parte
final de nuestra ruta es la menos impresionante del cañón.
Tras
serpentear durante varios kilómetros por el fondo del cañón y después de
encontrar una nueva zona de pinares, se llega al llamado puente de los Siete
Ojos (nº 4) .
Tras llegar
al puente y reponer fuerzas comenzamos la vuelta por el mismo camino.
Alejandro... ¡¡¡ Que maravilla de ruta !!! me traemuchos recuerdos. Yo la hice hace dos años... y es espectacular. Enhorabuena por el reportaje.
ResponderEliminarUn saludo.
Pedro
Pedro.. tienes toda la razón es una ruta que llevaba muchos años esperandopoder realizar... y por fin he cumplido mi sueño. Muchas gracias a tí por tus palabras.
ResponderEliminarMuy buen reportaje y fotografías.Gracias por compartir la ruta.
ResponderEliminarMaria..
Muchas Gracias Maria
ResponderEliminarMe encanta la ruta y las fotos son muy bonitas. me ha gustado... cuando puede la visitare. Muchas Gracias por enseñarnos estos rincones de España.
ResponderEliminarMuchas Gracias por tus palabras
ResponderEliminar